La calidad del aire dentro de casa puede ser hasta 10 veces peor que la del exterior.
¿Pero qué define la mala calidad del aire interior?
La contaminación del aire interior puede ser peor en las grandes ciudades, debido a los mayores niveles de contaminación exterior que se filtran en los hogares, pero también afecta a quienes viven en el campo.
La Fundación Británica del Pulmón define la contaminación del aire interior como “el polvo, la suciedad o los gases presentes en el aire de un edificio que nos perjudican si los respiramos”. Puede estar causada por muchas cosas, desde la mala ventilación y la humedad hasta las sustancias químicas de los productos de limpieza y las pinturas.
Se compone de partículas diminutas que normalmente no se ven ni se huelen, por lo que se denomina “el asesino invisible”.
Una persona media pasa más del 90% de su tiempo en interiores, respirando aire contaminado durante más de 150 horas a la semana. Además, nuestras casas están más aisladas y menos ventiladas que nunca, lo que repercute positivamente en la factura de la luz, pero tiene un efecto negativo en la calidad del aire, ya que el aire seco y viciado permanece más tiempo.
¿Qué Consecuencias Tiene La Contaminación Del Aire Interior?
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La idea de que nuestras casas estén contaminadas suena aterradora, y lo es, pero gran parte de la contaminación del aire es normal e inevitable, y sólo se convierte en un problema cuando no se toma en serio y se deja que se acumule.
Puede que algunas personas no experimenten ningún síntoma, pero eso no significa que no debamos revisar nuestros hábitos en el hogar, especialmente en lo que respecta a la limpieza, la ventilación y el uso de aerosoles.
Todo el mundo está expuesto a la contaminación del aire interior, pero los niños y las personas que padecen una enfermedad pulmonar tienen más probabilidades de verse afectados por la mala calidad del aire. Si ha respirado aire contaminado durante días o semanas, puede empezar a notar sequedad de garganta o tos.
También es posible que sienta falta de aire, sibilancias o que le pique o gotee la nariz.
Es importante adoptar un enfoque más preventivo con respecto a las sustancias químicas en nuestros hogares, que los productos se etiqueten como los alimentos para que se puedan tomar decisiones personales y que se preste atención a la medición de la contaminación en interiores y se garantice una ventilación adecuada.
La Organización Mundial de la Salud estimó que la contaminación del aire en interiores mató a la asombrosa cifra de 4,3 millones de personas en todo el mundo en 2012, de las cuales 99.000 se encontraban en Europa, con pacientes que sufrían graves afecciones respiratorias y cardiovasculares, como cáncer de pulmón y enfermedades cardíacas.
11 Formas Sencillas De Mejorar La Calidad Del Aire En Su Hogar
1. Abrir Las Ventanas
Puede parecer obvio, pero mantener el flujo de aire fresco es la forma más barata y sencilla de mejorar la calidad del aire en tu casa.
Abrir las ventanas durante el invierno puede parecer contraproducente cuando se trata de mantener el calor y ahorrar dinero en la calefacción central, pero es vital para que entre el oxígeno y salgan las sustancias nocivas, así como para reducir la humedad que los ácaros necesitan para sobrevivir.
Ten especial cuidado de mantener las habitaciones bien ventiladas cuando utilices productos de limpieza o decoración con alto contenido químico.
2. Comprar Muebles De Segunda Mano En Lugar De Nuevos
Ese sofá nuevo puede ser un lujo, pero secretamente está liberando sustancias químicas en tu salón. Los compuestos orgánicos volátiles, conocidos como COV, son los gases que desprenden muchos tejidos, pegamentos y pinturas. Reaccionan con la luz solar y las sustancias químicas de la atmósfera para formar partículas que irritan y dañan nuestros pulmones.
Lucha contra esto escarbando y rebuscando en una tienda de caridad que venda muebles, como la Fundación Británica del Corazón, o explorando Freecycle o Gumtree en busca de regalos o gangas cerca de ti. Los artículos dejan de emitir COV al cabo de unos años, lo que significa que es probable que hayan desprendido gases en la casa de otra persona.
La misma lógica se aplica a los suelos. Lo ideal es cambiar la moqueta por tarima o cemento, que son más fáciles de limpiar y no atrapan el polvo ni la caspa.
3. Compra Un Purificador De Aire
Las partículas de polvo y polen pueden ser microscópicas. Es casi imposible limpiar algo que no se ve. Entra el purificador de aire. Los mejores purificadores de aire atrapan y eliminan casi el 100% de los contaminantes al aspirar el aire sucio, filtrarlo y devolverlo a la habitación, mucho más limpio y fresco. Conozca más sobre como funciona los purificadores de aire aquí.
Los purificadores de aire pueden resultar especialmente útiles durante la temporada alta de la fiebre del heno, de mayo a julio, y suelen contar con pantallas LED que parpadean en verde cuando el aire circundante está limpio. Algunos liberan iones negativos en el aire para ayudar a neutralizar los virus y las bacterias presentes en el aire.
Busque purificadores de aire con un alto CADR (índice de entrega de aire limpio). Cuanto más alto sea el número, más rápido filtrará el aire la unidad.
Si su presupuesto es suficiente, invierta en un purificador de aire con ventilador para que el aire recién limpiado circule por toda la habitación. Los purificadores de aire más pequeños y menos caros pueden seguir siendo eficaces, pero tendrá que cambiarlos de sitio si los utiliza en habitaciones más grandes.
4. No Te Olvides De Quitar El Polvo
Las aspiradoras de buena calidad son caras, pero son una fuerza poderosa contra el polvo, el polen y el pelo de las mascotas, que pueden acumularse rápidamente e irritar el sistema respiratorio. Aspira con la mayor regularidad posible, incluso debajo de los sofás y las camas.
Apoya los cojines, alfombras y mantas contra las paredes exteriores para reducir la cantidad de polvo que retienen. Cambie la ropa de cama semanalmente y lávela a 60 grados para eliminar los ácaros y los gérmenes. Mantén las superficies despejadas para limpiar el polvo con frecuencia y utiliza un paño húmedo para atrapar esas molestas partículas.
5. Dale A Tu Armario De La Limpieza Un Cambio De Imagen Ecológico
Limpiar tu casa es objetivamente algo bueno. O, al menos, lo sería si la lejía y otros productos de tu armario de limpieza no fueran tóxicos para respirar. Además, cuando los lavas por el fregadero, contaminan los cursos de agua y perjudican a la fauna.
Por suerte, no es necesario utilizar ingredientes tóxicos para acabar con la grasa y la suciedad, ya que hay muchos productos de limpieza ecológicos que funcionan igual de bien y huelen mucho mejor.
Entre las alternativas naturales a tener en cuenta se encuentran el jabón de castilla, elaborado a partir de aceites vegetales y excelente para eliminar la grasa, el vinagre para limpiar el cristal, el aceite de oliva para pulir el acero inoxidable y el zumo de limón diluido para eliminar las manchas difíciles de las tablas de cortar.
Para una limpieza eficaz con sólo agua del grifo, opta por paños de microfibra reutilizables que atrapan las pequeñas partículas de suciedad cuando se mojan. Además, no almacenan bacterias y evitan la contaminación cruzada entre las superficies del baño y la cocina.
Si todavía tienes dudas sobre la capacidad de limpieza de los productos ecológicos, el profesor Holgate recomienda cambiar los aerosoles químicos por productos de limpieza sólidos o líquidos. “Los aerosoles entran en el aire, lo que significa que se pueden respirar más fácilmente y pueden llegar más lejos en las vías respiratorias”, dice.
6. Secar La Humedad
Los ácaros del polvo, el moho y los virus adoran el calor y la humedad, por lo que las cocinas y los baños son sus refugios preferidos. Procura mantener la puerta cerrada cuando te duches con agua caliente, tapa las ollas, enciende el extractor para eliminar el vapor y cuelga la ropa mojada para que se seque fuera.
Abre las ventanas todo lo posible para evitar que se acumule la condensación, sobre todo mientras duermes. Si controlar el nivel de humedad resulta difícil, considera la posibilidad de invertir en un deshumidificador para las habitaciones mal aisladas con paredes exteriores o ventanas de un solo cristal.
7. Mantener Una Casa Libre De Humo
En 2010 se prohibió fumar en espacios públicos cerrados para proteger a los no fumadores de las más de 7.000 sustancias químicas presentes en el humo ajeno. Las partículas tóxicas del tabaco en el aire permanecen en niveles nocivos hasta cinco horas, por lo que tiene sentido designar su casa como zona libre de humo.
Recuerde que las barritas de incienso, las velas y cualquier otra cosa que se queme con fines recreativos emiten monóxido de carbono y dióxido de carbono al aire. El incienso es más perjudicial que las velas, ya que emite más de 100 veces el número de partículas finas, según la BLF.
Si le preocupa, renuncie a las velas de parafina fabricadas con residuos de petróleo y opte por velas hechas con ceras naturales como la cera de abeja y la soja, como las de Neom Organics. Evita las fragancias o tintes sintéticos, pero ten en cuenta que los aceites esenciales también pueden ser irritantes para algunas personas alérgicas.
8. Desterrar Los Ambientadores
Los ambientadores pueden ayudar a enmascarar los malos olores, pero cada chorro rocía un torrente de productos químicos sintéticos en tu casa.
Cambia el enfermizo aroma de la falsa vainilla por productos con fragancia natural o sin ella. Mejor aún, opta por lo natural con un difusor de ambiente orgánico o un quemador de aceites esenciales.
Neutraliza los olores de la cocina dejando un cuenco de vinagre blanco en la cocina durante la noche o poniendo rodajas de limón en el microondas. Incluso puedes hacer tu propio ambientador mezclando bicarbonato de sodio y zumo de limón con agua caliente y vertiendo la mezcla en una botella de spray vacía.
9. Utiliza Pintura No Tóxica
Busca pinturas con bajo contenido en COV y que no tengan ese olor a pintura fresca tan característico.
Las marcas de pintura que dicen ser no tóxicas deben mostrar las listas de ingredientes en sus latas o estar dispuestas a proporcionarlas si se les pide. No deben contener plástico, ya que éste crea una barrera en las paredes que atrapa el aire y favorece la aparición de moho.
Intenta evitar los productos petroquímicos derivados de los acrílicos, el formaldehído, el amoníaco y el petróleo, así como los tintes sintéticos. Deja de lado las pinturas con base de aceite y opta por las de base acuosa, pero comprueba que esto no significa que estén aguadas.
La normativa gubernamental establece que todas las pinturas sólo pueden contener la cantidad suficiente de COV para ser consideradas seguras. Sin embargo, algunas tienen menos niveles que otras.
Little Greene es apto para veganos y está formulado con aceites vegetales sostenibles o bases de agua sin apenas disolventes, mientras que la marca de pintura líder Farrow & Ball fabrica sus pinturas totalmente al agua con arcilla china, lo que ayuda a reducir la condensación y el moho.
10. Diga Adiós A Su Estufa De Leña
Más de un millón de personas tienen una estufa de leña. Sin embargo, los estudios sugieren que su uso en interiores expone a la familia a más contaminantes atmosféricos que estar parado en una rotonda atascada en hora punta.
Las estufas de leña, sobre todo las antiguas, emiten un humo que puede dañar el tejido pulmonar y provocar problemas respiratorios a largo plazo. Las chimeneas eléctricas o los radiadores de época pueden ser atmosféricos sin los carcinógenos, pero si no te atreves a renunciar a tu estufa de leña, abre las ventanas lo más a menudo posible para refrescar el aire.
11. Abastécete De Plantas De Interior (¡Pero Necesitarás Muchas!)
Los beneficios de las plantas de interior para purificar el aire están ampliamente documentados, pero necesitarás una jungla para conseguir un impacto notable en la calidad del aire.
Las plantas de interior absorben los contaminantes, pero tan lentamente que su impacto es casi insignificante.
De todas formas, si quieres comprar una nueva planta, el Estudio del Aire Limpio de la Nasa de 1989 descubrió que los lirios de la paz, los helechos, la hiedra del diablo y las plantas araña están entre las mejores para eliminar del aire sustancias químicas como el formaldehído y el monóxido de carbono.